Hay
muchos tipos de rastros que deja la fauna en su quehacer cotidiano, unos son
muy abundantes, otros raros de ver.
Unos
pueden aparecer en cualquier momento, otros en determinadas épocas y unos
terceros son excepcionales. A su vez cualquiera de estas tres
posibilidades se conjugan con cada
especie, o sea, hay especies muy abundantes, otras no tanto y otras son raras.
Las
setas comidas por un animal son algo relativamente poco frecuente para lo que
cabría esperar teniendo en cuenta lo extraordinariamente abundante que es este alimento
durante cortos espacios de tiempo y la variedad de especies que las pueden
llegar a consumir.
No
hay mucha bibliografía al respecto, lo que sigue a continuación es la
experiencia de unos cuantos años de rastreo, pero de no muchos de estos rastros
seriamente analizados, así que es un sencillo acercamiento a este tipo de rastro.
De
entre todas las especies que las consumen la que predomina son las babosas en
todo tipo de biotopos con un alto porcentaje de rastros. Pequeños roedores/ratas/ardillas
y aves le siguen en mucho menor porcentaje, siendo los primeros algo más
abundantes. Las aves son algo más raro. Y solo he visto una vez las marcas de
un conejo en una seta.
Todo
esto es experiencia personal en muchos lugares y biotopos distintos, lo que
permite presuponer que en zonas que no conozco las cosas pueden ser muy
distintas. De hecho ciervos o corzos comen setas y es de imaginar que la marca
que dejen sea muy evidente.
Las
marcas que dejan las distintas especies se ven muy influenciadas por el tipo de
seta. Los boletus son setas compactas y duras, las marcas aparecen generalmente
muy nítidas y perfectas. En cambio en setas blandas aparecen, más o menos, rastros de rotura acompañando al
tipo de marca específico de cada especie.
Babosa
La
marca más sencilla de reconocer es la de las babosas, son pequeñas esferas de
1-2mm que parecen la marca de una cucharada en un flan o en un yogurt, muchas
juntas. A veces de forma superficial y otras se adentran en el sombrero o el
pie.
Aunque
los roedores tienen esos incisivos superiores tan enormes no son los que
utilizan para roer, si no los inferiores. Son unas marcas fácilmente
reconocibles en los boletus, pero no tanto con setas más blandas. Al ser
pequeños los incisivos inferiores la diferencia entre un ratón y una ardilla
puede no estar muy clara, especialmente por lo poco abundantes que son sus
marcas en las setas y la poca experiencia, que por lo tanto, se puede acumular.
En este caso concreto no suele aclararse esto hasta que no se tiene la fortuna
de encontrar en el mismo rastreo setas consumidas por ambos y que podamos
comparar insitu.
Roedores
Ardilla (IZQ.) Micromamífero (DRCHA.)
Micromamífero
El borde,
más o menos, regular señala a un roedor y el tamaño de los incisivos a la
ardilla (por la zona)
El tamaño de las
marcas de los incisivos y de las uñas, al agarrarse, señalan a la ardilla
Conejo
Los
rastros que dejan las aves son cónicos si es en el centro del sombrero, si es
en los bordes aparecen estos en forma de dientes de sierra de distintos tamaños,
muchos trocitos de la seta aparecerán esparcidos en los alrededores a unos
pocos centímetros de distancia. Quizás unas especies consuman la carne, pero
personalmente pienso que buscan gusanos.
Parece que los mirlos las consumen y un par de citas de gaviota patiamarilla comiendo una seta en un parque de Barcelona.
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